¿Recuerdas el nombre de tu maestra de jardín de infantes? Yo sí recuerdo la mía. Su nombre era Mrs. White. Y recuerdo pensar ‘debe ser un pariente lejano de la Blanca Nieves de Walt Disney’ porque tenía los mismos ojos azules, el cabello corto y negro, los labios rojos y la piel blanca. No recuerdo mucho lo que aprendimos en clase pero mi madre me dijo una vez que solíamos escribir mucho. Solía traer lo que escribía y ella lo leía y encontraba que había muchos errores. Pero no con correcciones en rojo y siempre con una ‘Estrella’. A veces incluso un ‘Bueno’ (!) garabateado que hacía saltar a mi corazón de felicidad. Pero a mi madre le preocupaba, así que un día se reunió con Mrs. White en una de esas reuniones de padres y maestros y le preguntó porqué nunca corregía los errores en mi trabajo. “¿Por qué nunca marca con lápiz rojo-en la derecha-la ortografía de las palabras o los errores gramaticales?”.
Mi madre dice que Mrs. White dijo: “los niños están recién comenzando a disfrutar utilizar las palabras y formar oraciones. No quiero apagar ese entusiasmo con tinta roja. La ortografía y la gramática pueden esperar. La maravilla de esas palabras sin embargo no…”. Y quizás no lo dijo exactamente así, fue hace mucho tiempo. Lo que mi madre me contó fue una idea de lo que ella recordaba. El resto lo agregué yo porque crecí aprendiendo a usar esas palabras con amor y confianza. Y se me ocurre que si Mrs. White hubiese utilizado la tinta roja con más precisión probablemente yo no estaría contando esta historia en este momento. Lo cual puede ser obvio, o quizás no.
Miro hacia atrás y pienso que ella fue una maestra extraordinaria para poder ejercer tal control sobre el uso de la tinta roja. Por permitir la alegría, el asombro y la emoción de la expresión de la flor-incluso aun defectuosa- así. Ya que florecer es mejor que no hacerlo. Y un pimpollo una vez picoteado ya nunca abre. Que todos seamos tan bondadosos… Yo solía frecuentemente escribir mal la palabra ‘bella’. Nunca podía recordar que la llevaba una ‘b’ en lugar de una ‘v’. Esto exasperaba a mi maestra en la escuela secundaria. Ella creía que si utilizaba la palabra con tanta facilidad debía al menos escribirla bien. Finalmente, la ‘b’ ocupó su lugar correcto por su propia voluntad. Me alegra sin embargo no haber esperado. La palabra ‘hermosa’ es más fácil de escribir pero no contiene a veces el mismo significado. Y gracias a Mrs. White no tuve reparos en escribir lo que quería decir, aun cuando no podía escribirlo correctamente. Porque la vida no es simplemente ‘hermosa’, la vida es ‘vella’.
Translated by Patricia C Prada Jimenez
The English version was found at kindnessblog.com/2016/01/19/life-is-baeutiful-by-singlestep published in 2007 (Pavithra Mehta). I invite you all to follow these wonderful writings with ServiceSpace and its international community.