De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, humus es la capa superficial más fértil del suelo, compuesta por la descomposición de materiales animales y vegetales.
La palabra “hombre” proviene del latín homo. En latín era el significado más o menos igual al español de hoy. Los latinos pensaban que el hombre como especie era un animal que provenía del suelo (humus, en latín humi). Un hombre (homo) es el que sale del suelo. Esto también se ve reflejado en las mitologías griegas o romanas; por ejemplo (en el mito de Deucalión y Pirra*, o cuando Prometeo moldea al primer hombre del barrio de la tierra) o en la Judeocristiana (Génesis 2, 7: “Modeló Yavé al hombre de la arcilla y le inspiró en el rostro aliento de vida, y fue así el hombre ser animado”). Vale mencionar también que Adam, que es una palabra hebrea y el nombre del primer ser humano, proviene, según las religiones abramísticas, de adamah (suelo o tierra).
En época de los Romanos no se creía que los hombres brotaran del suelo sino que los hombres (homines) son simplemente aquellos ‘de la tierra’, ‘los terrestres’, y no los dioses del cielo. En la Torre de Babel se marca también esta diferencia.
La idea sobre los hombres que provienen de la tierra es muy antigua. Por esta razón los Romanos enterraban a los muertos ‘en la tierra’ en lugar de quemarlos, por ejemplo, como hacían otras culturas. Así se cerraba el ‘ciclo de la vida’…
En muchas culturas del mundo se definió al hombre como ser nacido de la tierra. Desde la Edad Media la palabra Hombre se fue modificando y hasta perdiendo algunas de sus letras originales. Se dice que el pueblo Español no podía pronunciar la combinación de letras ‘mr’ y luego agrego una ‘b’ para convertirse más fácilmente en ‘mbr’, ‘hombre’. La desinencia a ‘bre’ es muy común en palabras que nos llegan del Latín. Algunos ejemplos son: pauper-pobre, legumem-legumbre. De la palabra humano ‘ano’ indica referencia o pertenencia. De aquí otros ejemplos interesantes: Italiano, Pagano, Villano.
Muchas de las palabras que usamos frequentemente están basadas en el latín, “pero provienen de países tan distintos como Italia, España, y Francia. Su incorporación a nuestro idioma es un indicativo de la exploración, invasión y emigración, reflejando la historia del mundo en gran escala”.
Conocer el origen de nuestras palabras enriquece nuestra habilidad de comprender el origen de nuestra cultura y el significado de nuestra lengua. Las palabras cambian como lo hacen los pueblos y sus gentes y así entendiendo este cambio podremos quizás conocer mejor al ‘hombre’.
Otras frases y ejemplos: los mitos de la Torre de Babel en la tradición Judeocristiana y el de Ícaro, que murió por querer volar hasta el cielo, en la griega. Antígona del trágico griego Sófocles.
“Con el sudor de tu frente
comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás.”Génesis 3:19
“Entonces Dios formó al hombre con el polvo de la tierra,
y sopló en su nariz aliento de vida,
y fue el hombre un ser viviente.”Génesis 2:7
*En Grecia, el mito de Deucalión y Pirra es un ejemplo. Deucalión se casa con Pirra, que es la hija de Epimeteo y Pandora, descendientes de Zeus. Luego, Deucalión construye un arca cuando Zeus decide finalizar la Edad Dorada con un diluvio, se embarca junto a Pirra durante nueve días y otras tantas noches, hasta que pueden volver a tierra firme. Se les dice que deben arrojarse los huesos de su madre por encima de los hombros. Ellos entienden por “su madre” que se trataba de Gea (diosa que personifica la tierra) y que los “huesos” eran las rocas, así que se tiran rocas sobre los hombros y éstas se convierten en personas; las de Pirra en mujeres y las de Deucalión en hombres.
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